El pasado fin de semana en Málaga pude tomar unas fotos a mi modelo favorita: Mi sobrina Carolina. Ya se, pasión de tío. Pero es que cuando me ve con la cámara y empieza a ponerme caras, no puedo más que hacerle veinte o treinta fotos seguidas. Luego me pide que se las enseñe en la propia cámara, familiarizada que está con las nuevas tecnologías.
Así estuvimos un rato, fotografiándola a ella y a sus juguetes que tenía sobre la mesa. Son los buenos momentos que me hacen regresar a mi tierra, cada vez con más asiduidad.
Que no, que no voy a tener un hijo con la primera que me lo proponga. Pero qué majos que son...
Así estuvimos un rato, fotografiándola a ella y a sus juguetes que tenía sobre la mesa. Son los buenos momentos que me hacen regresar a mi tierra, cada vez con más asiduidad.
Que no, que no voy a tener un hijo con la primera que me lo proponga. Pero qué majos que son...