Yo que, de un tiempo a esta parte, me considero agnóstico y de tendencias republicanas, me he visto inmerso una vez más en el ritual navideño de los reyes majos. Y no me voy a lamentar por ello, aunque pienso que es poco sensato por mi parte predicar ésto y andar haciendo aquello, pero la sociedad manda y, además, resulta divertido ;) Así que no volveré a censurar a mis republicanos amigos ateos que siguen celebrando la festividad católica apostólica vaticana, vilmente influenciada por los gringos y su San Nicolás adulterado, en pro de una infancia saludable para sus querubines. Nada más lejos de mi intención. Porque ¿quién se quiere privar de sus risas e ilusa felicidad la mañana del seis de enero, cuando les ves desenvolver los regalos con tanto entusiasmo, eufóricos, casi dementes? jeje... Y este año, como viene siendo habitual, he pasado estas entrañables fechas lejos de mis padres, hermanas y sobrinos; claro que en esta ocasión he gozado de la compañía de mi familia adoptiva y de la niña que me tiene loco. A ella, mi niña Helena, mil gracias por tantas risas, momentos memorables, felicidad que me anima a seguir para adelante y me ilusiona para construir un futuro juntos; a sus padres y hermano, gracias por la calurosa acogida que me han dado y por hacerme sentir como en casa; a mis padres, hermanas y sobrinos, gracias por estar ahí, porque se que puedo contar con ellos cada vez que les necesito, en cada ocasión que puedo escaparme a Málaga. A todos gracias por hacerme sentir como me siento ;) Y, por supuesto, gracias por los DVD's, la ropa, el Atlas de Anatomía y la Chef-o-Matic que me cocinará deliciosos platos y me los mantendrá calentitos hasta la hora precisa. No será como comer en casa pero joder, cómo cambia el cuento!
En resumen: Buen comienzo de año, mucho mejor de lo esperado, echando de menos a mucha gente pero sintiéndome arropado en todo momento y casi sin ocasión de sentirme solo o aburrido. Que el resto del 2009 sea, por lo menos, así de majo.
¡Salud!