
Once añazos, casi ná! ¡¡¡Felicidades, Alberto!!!
El escaparate de un retratista confuso, paisajista vocacional y reportero ocasional.
Hace mucho, mucho tiempo, en una región no muy lejana, habitaba un MC de los de micro y baseball-cup, de esos que te llenan los oidos con torrentes de palabras con sentido (consentidas palabras) y te llegan hasta la neurona; uno de los pocos que me ha hecho prestar más de dos minutos de atención hacia un género musical que, por lo general, no es santo de mi devoción (de pocos santos soy devoto, para qué mentirte).