Por cuestiones diversas me estoy convirtiendo en un bloguero de fin de semana: Tiempo, ganas, inspiración, motivación... Para compensar hago micro-entradas, que den vidilla a mis lectores y a un servidor.
Un blog sin entradas es...
como un Carrefour sin carritos en las plazas del parking.
Algunos días me levanto de un poético que tira pa'trás.