12 de febrero de 2008

13.036 DIAS ¿PARA QUÉ?

¿Alguna vez te has preguntado cuántos días llevas sobre este planeta? 13.036 días no son nada, al menos a mi no me lo parece (si lo comparamos con...) pero para otras personas suponen una notable diferencia, un referente a tener muy en cuenta a la hora de valorar la experiencia, la madurez, la formalidad, la capacidad para entenderse con el resto del mundo... GILIPOLLECES. Conozco a gente con la mitad de vida que éste que ahora escribe, que están mucho más despiertos.
Un ejemplo, para que se me entienda: Hace unos instantes he tenido un mal encuentro con alguien a quien quiero un montón, pero un montón de los grandes. Porque hay días en los que uno es completamente incapaz de captar las sutilezas, aunque éstas vengan anunciadas en vallas publicitarias luminosas tamaño estadio de rugby, gritadas a megáfono al oído o te las espeten en la cara, dibujitos aclaratorios incluídos. En esos instantes ¿dónde coño está la experiencia adquirida durante esos 13.036 días de vida? Porque, vamos, que me digan a mi que estar pensando en los Mundos de Yupi mientras una pedazo de hembra se te planta en faldas y tacones, armada hasta los dientes, delante de este menda acarajotado, es de tío maduro y experimentado. En todo caso pensaría que estoy mal de la azotea o que me estoy volviendo maricón.

Estoy alterado porque esa personita a quien tanto quiero se ha esforzado para encandilarme, está sufriendo tacones e improperios de babosos compañeros por agradarme, se engalana para alegrarme la vista y yo, desagradecido, no he sabido corresponderla. Pero también estoy afectado porque esa personita a quien tanto deseo cosas buenas, a las 12:55 del medio día que son ya, aún no se ha parado a preguntarme por qué estoy tan distante, ausente, desconcentrado... esta mañana.

(Hoy no hay autocensura).

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