12 de noviembre de 2009

¿MOVIDO O DESENFOCADO?

La nitidez de la imagen es algo que preocupa a mucha gente, sobre todo cuando quieres resaltar las patas de gallo de tu ex o el estampado colorista del vestido de domingo de la esposa de tu jefe...
Lograr una imagen nítida depende, en gran medida, de la calidad de la óptica que emplees en tu cámara, pero no sólo éso: Velocidad de obturación, longitud focal y apertura del diafragma son factores a tener muy en cuenta. Trataré de explicar cada uno de ellos en la medida en que podemos controlarlos.

Primero de todo debemos saber qué es un objetivo y, más o menos, qué lo compone: El objetivo es un dispositivo que se interpone entre el medio sensible a la luz (película o sensor), en el interior de la cámara y el resto del mundo, fuera de la cámara. Está compuesto por, al menos, una lente (normalmente unas cuantas) y un soporte estanco a la luz. Por lo general este dispositivo alberga en su interior el diafragma y una serie de partes móviles que permiten corregir el enfoque. En el caso de los objetivos de distancia focal variable (zoom) existen mecanismos que permiten mover uno o varios grupos de lentes.
Todas las cámaras fotográficas tienen, al menos, un objetivo, excepto las cámaras estenopeicas.

Sección de un objetivo Canon con focal fija de 50mm.
Esquema de un objetivo Olympus de focal variable (zoom).

Y ahora que ya sabemos lo que es un objetivo, ¿qué demonios es el enfoque? Llamamos enfoque al dispositivo y la acción por la que logramos la convergencia de los haces de luz sobre el medio sensible, dentro de la cámara. Vamos, que nos permite la obtención de una imágen nítida. Pero esa convergencia de líneas imaginarias se ve afectada también por el punto más fino que ha de atravesar dentro del objetivo, es decir el diafragma. Cuanto mayor es el orificio, más dispersión de haces de luz habrá, por lo que la nitidez se verá mermada; en el caso contrario, cuando usamos un diafragma pequeño, obtenemos imágenes más nítidas. Éste fenómeno determina el rango entre el punto más próximo y el más lejano a la cámara en el que la imagen se verá enfocada, lo que llamamos profundidad de campo.

Fotografía de escasa profundidad de campo.

Fotografía de amplia profundidad de campo.

Otro concepto a considerar a la hora de obtener imágenes nítidas es la distancia hiperfocal, que es la distancia a partir de la cuál todo se verá nítido (qué simplista soy a veces). Por motivos que no voy a explicar los objetivos angulares (ya veremos la diferencia entre objetivos más adelante) alcanzan antes la distancia hiperfocal que los teleobjetivos; de igual modo tienen mayor profundidad de campo y , como consecuencia, menos provabilidad de que se obtengan imágenes desenfocadas. Veras que en muchas ópticas de accionamiento manual viene una escala de distacias de enfoque que termina en un símbolo de infinito. Es sólo orientativo, puesto que ese infinito depende no sólo de la distancia sino también de la apertura del diafragma en ese momento, por lo que la distancia hiperfocal se alcanza antes de ese punto de enfoque.

Detalle del anillo de enfoque en un objetivo manual.

Aún hay más: La nitidez de una imagen no sólo depende de la convergencia de los dichosos haces de luz. También depende, y en gran medida, del movimiento. Un objeto en movimiento ante un dispositivo sensible a la luz no dibuja una imagen nítida, sino una estela. Por ello, cuando disparamos nuestra cámara con una velocidad de obturación lenta (esto es relativo), los objetos fotografiados que se encuentren en movimiento saldrán difusos, como dejando rastro. Peor aún será si somos nosotros los que movemos la cámara en el momento de tomar la instantánea, ya que TODO saldrá tembloroso y difuso. La velocidad de movimiento que más afecta a la nitidez es la angular respecto la perpenicular sobre el plano de la película o el sensor (de arriba a abajo, de un lado a otro...) por lo que la longitud focal del objetivo también influye en este efecto. Simplifico: Es más provable que una imagen salga movida cuanto más larga sea la focal del objetivo empleado, por lo que se aconseja emplear velocidades altas con teleobjetivos, mientras que puedes tomar instantáneas a velocidades muy inferiores con lentes angulares. ¡Qué cosas!

Como complemento al tema te diré que hay otras maneras de detener el movimiento. El empleo del flash o el uso de sensibilidades altas serán de mucha ayuda, siempre en detrimento de la calidad final de la foto. En ocasiones hay que elegir entre una imagen iluminada homogéneamente, aunque movida, o una imágen nítida sobre un fondo oscuro, granulada o con ruido.
En otro momento espero poder dedicarle un rato al uso del flash y otras técnicas de iluminación y compensación.


Si quieres investigar un poco más:
http://www.difo.uah.es/curso/objetivo_e_imagenes.html

5 comentarios:

  1. Muy bien explicado!. Ayer mismo estuve haciendo con unas cajas algunos ejercicios para ver la distinta profundidad de campo que se consige con las distintas aperturas del diafragma y otras variables como la distancia focal y la distancia al plano de enfoque. La verdad que al principio se necesita paciencia y práctica para conseguir los resultados deseados, pero para haberlos hecho en mi cuarto, que está pesimamente iluminado con un paflón de pared, no salieron mal. Los próximos ejercicios los haré en un parque, que hay más luz y la cámara no se "queja" de la falta de iluminación XD
    Por cierto Jose, una pregunta: teniendo en cuenta que para la fotografía de retrato es conveniente usar un objetivo con una longitud focal grande para reducir la profundidad de campo y así destacar la cara, teoricamente deberían usarse aperturas de diafragma grandes, sin embargo, he leido también que es recomendable usar aperturas medias, del orden de f/8, f/11 o f/16, ya que por lo visto el diafragma tiene también la capacidad de corregir algunas aberraciones ópticas mediante la reducción del caudal de luz que deja pasar, lo cual hace que la foto salga más nítida. Esto contradice a la teoría de la profundidad de campo por lo que quería saber que hay de cierto en eso. Gracias!

    ResponderEliminar
  2. Hola, Javi. Primero de todo gracias por las críticas y por leerme tan asíduamente.
    Respecto a los retratos, como a todo lo relativo al arte, no hay normas estrictas. Si pretendes hacerle un primer plano a Morgan Freeman y que salga hasta el último poro de su característico cutis, cierras el grifo todo lo posible y alargas el tiempo de exposición, pero ten claro que lo que esté detrás de él también saldrá enfocado, salvo que esté considerablemente lejos. Por el contrario, si quieres un retrato en el que el sujeto quede aislado del fondo y resulte menos duro de trazo, abres el diafragma a lo que las circustancias te permitan.
    Efectivamente con pasos de apertura pequeños se aprecian menos las aberraciones del objetivo, pero no las elimina. A niveles muy profesionales es una cuestión a tener en cuenta, pero no sacrifiques tu enfoque por éso, no creo que valga la pena. El juego que te da la profundidad de campo en los retratos está por encima de éso.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la aclaración! eso que lei mas que ayudarme me confundía, por lo que es bueno saber que puedo proceder de la manera normal.

    ResponderEliminar
  4. Tengo una duda existencial con respecto a los tiempos de exposicíón. De qué manera influye la distancia entre la cámara y el sujeto a fotografiar, es decir, ¿por qué a menor distancia,se debe usar un mayor tiempo de exposición y viceversa? y también ¿Por qué cuanto más perpendicular es el movimiento con respecto al eje óptico, menor debe ser el tiempo de exposición?

    ResponderEliminar
  5. Se me olvidaba! has probado el truco ese que dicen para evitar la trepidación en las fotos, que consiste en usar una velocidad de obturación mayor a la distancia focal que estemos usando, por ejemplo si tomamos una foto con un 50mm, disparar con un tiempo de exposición siempre superior o igual a 1/50s.

    ResponderEliminar