fantasma que nunca está.
Me llaman el desagradecido
pero esa no es la verdad...
Lo cierto es que estoy casi desconectado del ciber-mundo. Mi falta de tiempo libre y la imposibilidad de conectarme a la red fuera de horas de trabajo hacen que tenga muy dejado el blog. La misma falta de tiempo hace que tenga muy dejados a mis amigos. Eso es más terrible que cualquier otra cosa. Porque una llamada para mantener el contacto no me resta más de quince minutos y recompensa enormemente a ambos.
El pasado fin de semana dejé plantada a una amiga que no se lo merecía y aún no la he llamado. No me la saco de la cabeza, no se cómo disculparme. Da igual que no haya tenido tiempo, no es excusa. De hoy no pasa.
Por otro lado está lo de la conexión a internet y mi consumo de teléfono. ¿Cómo puede gastar tanto en móvil alguien que llama tan poco a los amigos? Y el desfase consumista de este mes, que me dan arrebatos de montarme en el coche y aparecer en Murcia... y así me va. Aunque no me puedo quejar, está siendo un mes maravilloso (por muy mal que esté mi cuenta corriente), tengo más de lo que necesito para sentirme bien, incluso unos kilos de más, que me cuidan con cosas ricas y no se decir que no.
También están las fotos, las que no estoy enseñando a nadie porque no me he puesto a ordenar aún, que ya se amontonan en mis discos duros. Y los ratos de guitarra con Mar, que me encanta escucharla cantar cuando se emociona y se le va la pinza.
Esta tarde tendré un rato para mis cosas; buen momento para preparar material para enseñar y hacer muchas llamadas de teléfono.
El pasado fin de semana dejé plantada a una amiga que no se lo merecía y aún no la he llamado. No me la saco de la cabeza, no se cómo disculparme. Da igual que no haya tenido tiempo, no es excusa. De hoy no pasa.
Por otro lado está lo de la conexión a internet y mi consumo de teléfono. ¿Cómo puede gastar tanto en móvil alguien que llama tan poco a los amigos? Y el desfase consumista de este mes, que me dan arrebatos de montarme en el coche y aparecer en Murcia... y así me va. Aunque no me puedo quejar, está siendo un mes maravilloso (por muy mal que esté mi cuenta corriente), tengo más de lo que necesito para sentirme bien, incluso unos kilos de más, que me cuidan con cosas ricas y no se decir que no.
También están las fotos, las que no estoy enseñando a nadie porque no me he puesto a ordenar aún, que ya se amontonan en mis discos duros. Y los ratos de guitarra con Mar, que me encanta escucharla cantar cuando se emociona y se le va la pinza.
Esta tarde tendré un rato para mis cosas; buen momento para preparar material para enseñar y hacer muchas llamadas de teléfono.
¿que tendrá Murcia....? Ya sabes que aquí tienes tu casa, y la próxima vez procuraré que la cena esté a la altura, y elegiremos un buen vino...
ResponderEliminar¡Madre mía¡ !que mala es la resaca!
Si se me permite opinar...la cena fue genial Mmmm!! Jalea de rosas Mmmm!!! Y un autentico regalo disfrutar de la amistad que os procesais y de vuestro gusto por la musica. Un beso a los dos.
ResponderEliminar.Hechizo de Mar.