FELICIDADES, MADRE TIERRA

Desde que en 1970 Mr. Nelson promoviera el Día de la Tierra no hemos hecho más que engañarnos a nosotros mismos. Queda muy bonito contarle al vecino que separamos la basura, que nuestro coche contamina menos que un mechero o que emborronamos papel reciclado en lugar de blanqueado, pero la realidad es que producimos toneladas de basura injustificadamente y contaminamos tierra, mar y aire con CO2, cadmio o derivados del petróleo. Seamos un poco responsables y tomemos conciencia de lo que estamos haciendo. Separar una lata aceitada de un tetrabrik no evita que contaminemos con las megafactorias que los reciclan; céntrate mejor en acciones directas como caminar en lugar de coger el coche para trayectos cortos, utilizar transportes colectivos cuando sea posible, comprar productos frescos en lugar de envasados, reducir el consumo de carburantes de las calefacciones o el consumo eléctrico en nuestros domicilios o trabajos, por poner unos cuantos ejemplos. No se si el objetivo que perseguía Gaylord Nelson era mejorar la calidad de vida de las generaciones venideras, preservar el planeta de la destrucción lenta pero segura a la que se ve avocado, obtener popularidad y votos removiendo la conciencia colectiva... pero consiguió que el resto del mundo se cuestione, por lo menos una vez al año, qué coño estamos haciendo con el planeta que nos alberga y nos permite ser lo que somos. Así que, si aunque sólo sea por un día logramos concienciarnos... FELICIDADES, PLANETA TIERRA.