23 de noviembre de 2013

HASTA SIEMPRE, MR. WHITE

Sí, nos ha llevado tiempo, pero hemos visto Breaking Bad hasta el final.

Empezamos en verano, a finales de agosto, y devoramos los primeros episodios como si la vida nos fuera en ello. Una trama bastante atractiva, un guión sólido y unos personajes tan cercanos y reales...
Todo en esta serie tiene coherencia. No creas que nada de lo que pasa es irrelevante, porque antes o después tendrá conexión con otra parte de la historia y te hará sentir que estás ante una producción diferente del resto. Ha sido como leer un buen libro y desear que no lo destrocen haciendo una mala película, pero al revés.
 

¿Si es recomendable? Bueno, yo me enganché a partir de una crítica de un medio (o varios), por internet. Luego vinieron los premios, la publicidad masiva de la última temporada, la implicación de los diarios, imagino que bien pagados por las productoras y cadenas de TV... todo un negocio que, por una vez, proporciona un buen producto al espectador, hastiado de tanta producción mediocre y soporífera, pobres de argumento y saturadas de violencia y sexo sin mucho sentido. Ésta ha sido diferente. Muy recomendable. De Breaking Bad se pordría estar hablando mucho (bueno y malo) pero, sinceramente, se ha escrito tanto ya sobre la fotografía, la interpretación, los personajes, la trama, las connotaciones socioculturales... ¡Qué puedo aportar yo! Mi humilde opinión: Genial.


Hace unos minutos que he cerrado los ojos, después de los últimos fotogramas del último episodio, después de ver la cara del Señor White por última vez, después de ver a Jesse desaparecer en la carretera, en mitad de la noche, desesperadamente aliviado, después de ver que, a veces, los planes salen bien...
He cerrado los ojos y le he deseado a mi querido personaje un descanso que no ha alcanzado a lo largo de cinco apasionantes temporadas.
¿Bueno? ¿Malo? Tengo claro que hay pocas personas realmente buenas sobre esta bola que llamamos mundo. Los personajes que protagonizan esta historia no entran dentro de la categoría de ciudadanos modelo, pero los guionistas han logrado justificar cada una de las acciones y decisiones que toman, nos hacen ver el lado bondadoso del que delinque y logran que nos queramos poner en la piel del cocinero, sentirnos narco por un instante, disfrutar de ingentes cantidades de dinero y creer que lo haríamos mejor, que a mi no me pillarían. Creer en un final feliz. ¿Recuerdas a Robín Hood?


¿Final abierto? Como buen producción que es, Breaking Bad deja un final no del todo claro, con libres interpretaciones. Lo fácil es pensar lo evidente, pero a mi se me ocurren tres posibles finales con consecuencias de lo más dispares. Y quiero seguir soñando, como al terminar de leer un buen libro, que la historia no ha terminado, que en Albuquerque, Nuevo México, hay una familia a punto de descubrir que la vida te puede cambiar, una vez más, en cuestión de segundos No todo es blanco y en botella. Las razones que nos llevan a tomar las decisiones más trascendentes de nuestras vidas son, con frecuencia, intrincadas y bien retorcidas, absurdas o incomprensibles para el resto del mundo. Pero son nuestras decisiones.

¡Hasta la vista!

Gracias a las personas que han hecho posible esta serie, aunque se hayan llenado los bolsillos de sucio dinero (que seguro lo habrán hecho). Ojalá, dentro de no mucho tiempo, nos sorprendan con otra buena producción que nos aleje de la triste realidad que nos ha tocado vivir... sólo si tienes TV, internet, algo de pasta y tiempo libre. La vida es dura.


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