14 de noviembre de 2007

EL DIA QUE VOLE SIN ALAS

¿Si me gusta volar? Casi tanto como sumergirme bajo las frías aguas del Atlántico gallego. Es algo superior a mis fuerzas. Por eso cuando me preguntaron si quería hacer unas fotos a los pinares próximos a Molina de Segura no dudé un instante, cogí la cámara y me subí al helicóptero de la G.C. (los de las multas no, los del SEPRONA), un Bólcow Bo 105 muy bien pilotado. Toda una experiencia que pongan un pájaro de esos a tus órdenes, al menos mientras duró el trabajo. Luego nos regalaron un par de maniobras que hicieron palidecer a mi compañera de viaje y pronto regreso al helipuerto, que el trabajo es el trabajo y aquello se salía de lo habitual.

Hace mucho que no vuelo, más o menos un año y medio. También hace bastante que no buceo en serio, aunque el verano pasado me sumergí con mi sobrino en aguas de Maro (Torre del Pino, según Google Maps) y me lo pasé en grande. Hay que repetirlo.

Tengo que dedicarme más tiempo a mi mismo, hacer cosas que me hagan sentir bien, como las dos horas en moto del otro día, que aún me duelen las muñecas... falta de costumbre. También tú debería dedicarte un ratito cada día y pasarlo bien. El tiempo vuela...

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