4 de octubre de 2011

ANEBO... QUÉ???


Aneboda es el nombre de un rompecabezas que, ensamblado con éxito, termina por servirte de cajonera, económica pero bien funcional. Tanto tornillo wronghole y tanto cachondeo con mi niña mientras nos peleábamos con las guías de los coj... cajones, ha terminado por darme dolor de mandíbula (pterigoideos y maseteros, para ser exactos), pero la experiencia ha sido bien divertida.

No es la primera vez que montamos un kit de Ikea, pero sí la primera que lo hacemos con premeditación y alevosía. Porque lo de la cama fue más un tropiezo que algo intencionado; pero esta cómoda la hemos tenido en mente desde que la fichamos en el catálogo de 2012 (como El Corte Inglés, prediciendo el futuro). Y ya forma parte de nuestro nidito de amor ¡EN TIEMPO RECORD!

Si vienes por casa y se te ocurre abrir un cajón, cuidado con el tirador y no hagas tope, si no quieres verte en el compromiso de regalarnos otra cómoda... y montarla, ojo! Jejeje...


(Imagen por cortesía de www.ikea.com)


24 de septiembre de 2011

LA CARA Y LA CRUZ

Anoche, cuando aparcaba la moto en el paseo que hay próximo a casa, se me acercó una señora con un perro grande, algo así como un pastor belga de pelo corto y color canela, procurando que el can no marcara el neumático delantero de mi roja. En mi afán por socializar con todo chucho viviente le siseé y chasqueé los dedos, pero el animal se mantuvo distante, tal vez receloso del desconocido. El caso es que, tan pronto me quité el casco y descabalgué, la señora se dirigió a mi escusándose por tener que retener al cánido, pero no le gustaba que hicieran lo que todos hacen cuando contemplan un seductor neumático de motocicleta. Entiendo que es un impulso irrefrenable, como cuando un hombre ve un escote o una mujer contempla un bolso de Prada. La mujer, siempre haciendo gala de una educación admirable, después de interesarse por mis vivencias con los animales de compañía y saber que tenemos un beagle, cambió de tercio drásticamente y se interesó por la moto de forma poco habitual, como sólo lo hace una madre: Que si hay que tener cuidado, que si es cómoda para la capital pero conlleva riesgo, que si... Su hermano ha sufrido recientemente un accidente bastante aparatoso, después de muchos años de cabalgar por las carreteras de nuestra amada y malograda piel de toro, y ha quedado bastante maltrecho; la experiencia no te hace inmune a las manchas de aceite sobre el asfalto o a las embestidas de algún descerebrado.

Marché para casa cansado, algo costipado y pensativo por la petición de cautela que me hizo esta vecina de barrio, de modo tan considerado y preocupada, como si de la familia se tratara. Realmente se le notaba apenada y preocupada, como si empatizara con todos lo que, como yo, cada día nos aventuramos en estos caminos a lomos de nuestros caballos, cual hidalgo en cruzada contra el infortunio de un resbalón que de con nuestro espinazo contra en duro pavimento.

Nada que ver la actitud de esta persona humana y considerada, de bondad palpable y empatía sobresaliente, con la del sujeto que ayer tarde arañó, deliberadamente, el depósito de mi Alita, cuando se encontraba aparcada frente a la casa de los padres de mi niña. Podría sentir rabia, odio, ira... pero lo que siento es pena; porque la pintura del depósito se puede reparar, pero lo de ése individuo no tiene arreglo.

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Te dejo con una reflexión/enseñanza de John Forbes Nash que deberíamos tener mucho más en cuenta en nuestros quehaceres cotidianos: Lo que beneficia al colectivo, beneficia al individuo.

21 de septiembre de 2011

SINDROME POSTVACACIONAL

Estaba en menesteres hogareños, poniendo lavadoras y recogiendo trapos, y el olor a piscina en las toallas me ha traido un recuerdo reciente a la cabeza: La imagen de mi niña saliendo del agua mientras un servidor la contempla desde la tumbona, torrándose al sol.
Ha sido una semana de pretendido relax: Más de 2200 millas recorridas con Ryanair; 1162 km recorridos en un Opel Astra de alquiler, que se portó más que decentemente subiendo cuestas y trazando reviradas carreteras; infinidad de lugares dignos de recordar; visitas turísticas al Puerto de los Cristianos, a La Laguna, al Teide, a las Pirámides de Güímar, a La Candelaria, a Icod de los Vinos para contemplar su Drago Milenario y otro, no tan viejo, petrificado, fugaz paseo nocturno por Santa Cruz, el Loro Parque, el concierto de Soundchaser en el puerto...
Unas imágenes para ilustrar, antes de que se me pase la inspiración:



Ya sé, no son las típicas imágenes de un viaje a Tenerife. Tampoco somos los típicos turistas, qué se le va a hacer.

(Perdona el desorden, tengo problemas con el editor de Blogspot).

20 de agosto de 2011

MAMIFEROS APASIONANTES

El título podría haber sido UN NARVAL EN MI PC, UN DELFÍN EN MI CORAZÓN Y UN MANATÍ EN MI RETINA, pero era excesivamente extenso como para acoplarlo en una sola línea.

Un narval en mi portátil, porque he actualizado el sistema operativo a Ubuntu 11.04 Natty Narwhal (Narval Elegante), con el consiguiente quebradero de cabeza y problemas varios que preferiría obviar, pero con los que hay que lidiar una y otra vez.



Un delfín en mi corazón, porque es el animal que me acompaña desde mi infancia, al que envidio infinitamente por vivir como vive y porque puede perderse en las profundidades a su antojo, dejando atrás los mundanos problemas del resto de los mamíferos.



Un manatí en mi retina, porque hace justo una semana que pasamos el día en Faunia, en las afueras de Madrid, contemplando fauna en cautividad. Creo que mi expresión fue -¡No me jodas! ¡Un manatí!- Y no era uno, sino tres. Quedé embelesado durante largo rato, sin decir nada más, sólo contemplando cómo iba y venía en aquella limitada porción del Amazonas artificial un especimen de imponentes dimensiones, una hermosa sirena de río que me incitaba a zambullirme y perderme en las profundidades... Unos minutos después, tras descender por aquella galería en espiral, descubrí que la pecera podía, también, ser contemplada desde abajo. Fué entonces cuando me sentí inmerso, contemplando a tan maravillosas criaturas. No son los animales que más admiro, lo sé, pero me cautivan. Podría pasarme el día observándolos, fotografiándolos, admirándolos... pero no en cautividad. Llegaron a darme lástima y casi prefiero pensar que no están allí, un día tras otro, en su limitada porción de Amazonas acristalado. Tal vez no conozcan otra cosa y sean felices. Vago consuelo.



Próximamente (por decir algo) pondré alguna que otra foto del día en Faunia. Si estás pensando en llevar a tus niños a tan peculiar lugar, piénsatelo dos veces. Y si decides ir, haz acopio de bebidas frías y bocadillos, que te sacarán los ojos por una botellita de agua. ¡Créeme!

Que tengas un buen fin de semana.

4 de agosto de 2011

LIMIENTA Y PIMÓN

Llevo días buscando una excusa para ponerme manos a la obra, para retomar las labores columnísticas y el contacto con mi puñadito de lectores que ya ni me echan de menos, pero no hallaba ganas ni inspiración para plantarme ante las teclas y soltar los dedos con algo de gracia.
Anoche, tras un breve debate doméstico acerca de la cena, surgió la frase que da título a esta reentrada, pero el navegador web de mi portátil me jugó una mala pasada y no pude ni intentar editar unas míseras líneas para desearos unas felices vacaciones. Para mi sorpresa, han habilitado de nuevo el acceso a blogspot desde el trabajo. ¡Y aquí estoy!

¿La frase? Encontrábase mi niña ante dos filetes de atún, recién descongelados por arte de Lorenzo y las tórridas calores estivales, y me cuestionaba acerca de cómo ponerlos al punto sobre un plato, si a la plancha o torturados. De todos va siendo conocida mi tendencia disléxica y mis cruces de palabras, pero éste que os escribe no deja de sorprenderse a sí mismo con nuevos vocablos, en ocasiones impronunciables. En esta ocasión lo sencillo se tornó complejo y divertido: Ponlos a la plancha, con muy poco aceite y un punto de sal. Y si no están sabrosos siempre podemos ponerles un poco de limienta y pimón... y cinco minutos de carcajadas, dolor de tripa incluído, jejeje...

Han trascurrido cinco meses desde los felinos y manzanas. Ya va siendo hora de que nos desliemos un tanto con el piso, las mudanzas, los estudios, la búsqueda de empleo, los médicos, los bancos y la innumerable lista de chorradas que surgen cuando decides montar un hogar, dulce hogar... y retome mis tareas editoriales que tanto me divierten. Espero que te eches unas risas a mi costa y disfrutes de unas felices vacaciones, que te las mereces (no digas que no!).


1 de marzo de 2011

FELINOS Y MANZANAS


Con diez años de retraso entra en mi iMac G3 un Puma. Sí señor, ya tengo instalado un Mac OS 10.1 (Puma) en el PowerPC que me brindó mi querida amiga Mary, previa ampliación de la memoria (¿cómo si no?). A penas 256Mb de RAM y un escueto disco duro de poco más de 6Gb, todo ello para fardar de manzanita en la sala de estar de casa :P
Ahora sólo falta restaurarlo para que luzca bonito. Bello por fuera (¡Aléjate, Blancanieves!), bello por dentro...

PD.- ¿Algún Maestro Jedi que me inicie en el uso de la espada láser?

PPD.- ¿Cómo se dice manzana en inglés? - Mac.

23 de febrero de 2011

MADUROS Y RESPONSABLES

No hay derecho: Con esas doce visitas diarias (promedio), no puedo dejar de aportar cositas a éste, mi trocito de internet. Pero el reloj no se está portando bien conmigo, no doy para más, estoy asumiendo más tareas de las que soy capaz de realizar y el blog está saliendo perjudicado. Mejor ésto que la salud... mmm... mal ejemplo; de salud tampoco ando sobrado. Los masajes y tratamientos, las clases, los interminables viajes en coche, las cajas, la camilla al hombro, el escaso deporte que practico, las malas posturas... todo decide juntarse en un par de músculos y terminan por reventar. Te presento a los Serratos, concretamente al mayor (anterior) y al posterosuperior (el posteroinferior se salva por los pelos). Tres días de molestia (gorda) y ya empiezo a sentirme un poco persona de nuevo. Pero ¡hay tanto por hacer y tan poco tiempo! Y tú me dirás: ¡Como si fueras el único! y no lo soy, tienes razón, pero ya se sabe, los problemas de uno son más importantes que los del resto del mundo. ¿Qué me importará a mi que el señor Gadafi esté a punto de salir por la puerta chica, que el mundo islámico se esté revelando contra el conservadurismo religioso y el totalitarismo de sus dirigentes, que la presidenta de la comunidad de vecinos que es éste Madrid esté convalesciente en un hospital, habiéndose pasado por los bajos interminables listas de espera, o que todo el mundo (y El País) celebre que hace treinta años nos libramos de una empitonada tricornal por lo chapuzas que resultaron ser los intentones golpistas... no, a mi lo que me importa es que no puedo tumbarme boca arriba, que camino torcido, que no puedo ni sentarme en el coche y conducir (en moto sí) o que la cama está por hacer (literalmente) a falta de encolar y atornillar. No puedo menos que echar de menos el tiempo en el que, inocente, mi máxima preocupación era que llegara pronto la hora de merendar y que hubiera algo de chocolate. Lo admito, le tengo envidia a mis sobrinos, con sus juguetes, su ingenuidad, su curiosidad por todo... Me encanta cuando les hacemos una foto y corren hacia la cámara diciendo: ¡A vé, a vé! Imagina que pudieras, como en las películas de Tom Hanks, cambiar uno de tus días por uno de tu sobrino; seguramente lo desperdiciaría de la manera más desastrosa posible, llorando, mojando los pantalones, peleándome con otros niños, rompiendo algo, durmiéndome en cualquier sitio, ensuciándome... Envidia cochina les tengo :P En cambio nos toca ejercer de maduros y responsables adultos, asumiendo que cuando tiramos p'al sur me toca agarrar el volante y soportar, estóicamente, quinientos y pico kilómetros cada vez más aburridos. Y pasa lo que pasa: Crees que te conoces la carretera, tienes memorizados todos los radares, y los que no, ya te los recuerdan los amigos de la DGT con preciosos paneles de a trescientos la pieza; pero en una recta en bajada, tras un paso elevado, en el carril de incorporación, por el rabillo del ojo crees ver un Mercedes C220 plateado, agazapado entre la maleza y sospechas, a penas pasas, miras por el retrovisor y ¡Zas! El destello les delata, miras la aguja, calculas el diferencial, te mentalizas de que en unos tres meses te llegará una hermosa carta de amor desde León y te entran unas ganas terribles de arrimarte al vehículo camuflado, asomar la cabeza por la ventanilla y gritarles a los tricornes: ¡¡¡A vé, a vé!!! Pero no lo haces, no por falta de ganas, sino porque estamos en el empeño de ser adultos responsables que asumen sus faltas y blasfeman durante doscientos kilómetros, acordándonos de cada uno de nuestros conocidos que algún día ingresaron en el cuerpo.
¿Cuántas cosas crees que pueden salir mal en un viaje? ¿Una? ¿Dos? ¿Treinta? A nosotros, en el último paseo por el sur se nos sucedieron unos cuantos acontecimientos inesperados, como el fortuíto encuentro con el radar camuflado, el caos circulatorio en Granada, por las obras del tranvía (creo), el GPS más perdido que un cura en el desfile del orgullo gay, por culpa de la meteorología adversa que nos acompañó buena parte del viaje, las multicolores zonas de aparcamiento (multizona-multitarifa) y los parquímetros para ingenieros aeronáuticos, que además de complejos piden más que el ilegal de La Farola en la puerta del Mercadona. Y seguro que la peque se acuerda de alguna otra cosa que habré preferido olvidar, bendita amnesia selectiva, pero el viaje estubo cargado de anécdotas, todas ellas sobrellevadas con madurez y sentido común. Porque es de lo que se trata hoy la charla: Ya somos adultos y tenemos que asumir nuestras responsabilidades. Tengo un blog inactivo porque me meto en más fregaos que una vileda; tenemos el país que tenemos porque lo hemos hecho así (y luego le echamos la culpa al vecino, pero nadie hace ascos a la pela ajena). Tengo la espalda jodía por lo mismo que el amigo de Javier se encontraba resacoso: Acumulación de copas. Tenemos más deudas que un ludopata en Las Vegas porque hemos querido comprar duros a cuatro pesetas y, para más choteo, nos hemos vanagloriado de ello. Somos lo que comemos y, francamente, comemos cada mierda...
¿Estás dispuesto a asumir tu parte de madura responsabilidad o piensas seguir echándole la culpa al tipo ése que dice que manda?

Y me dejo en el tintero las charas sin sentido que atormentan a mi queridísima, las broncas laboro-extra-laborales, la incertidumbre del contrato que no lo es pero ahí está, la lista interminable de cosas importantes que me estoy dejando por hacer, la no menos larga lista de eventos a los que nos gustaría asistir y estamos dejando pasar, el curso de brico-ñapas y el retorno de los pintores de brocha gorda (de andar por casa, oiga!), el final de curso y el comienzo de la búsqueda, los matasanos y algún sanamuertos, los compromisos que apetecen y los que te gustaría que no llegaran jamás...

Menuda charla he soltado hoy. Si después de ésto no dejas de leerme, te merece, por lo menos, unas birras en el Piratas de Alcorcón. Próximamente, concentración motera. Es lo malo (bueno) de vivir en Madrid, siempre hay algo que hacer. Responsablemente :P

11 de febrero de 2011

RETRATOS DE MUJER

Un tal Philip Scott Johnson ha reunido todas estas imágenes de mujeres, extraídas de cuadros, y ha editado este, cuanto menos, sorprendente vídeo con técnicas de morphing (gracias, peque, por la aportación):



Creo recordar que esta técnica de vídeo se empezó a poner de moda a partir del célebre vídeo de Michael Jackson, Black or white. Si no lo recuerdas, aquí te dejo el fragmento final:



Esta visto que, en épocas de crisis autorística, nada como el copy & paste de vídeos. Próximamente retomaré la escritura y, espero, la fotografía. Gracias por tu paciencia ;)

7 de febrero de 2011

23 de enero de 2011

AMIGOS DE LO AJENO

Hace unos minutos, de regreso a la residencia, conforme me aproximaba a mi coche podía oir unos ruidos que procedían de la misma dirección en la que se encontraba aparcado mi Megane, pero como la agudeza visual no es mi seña de identidad y la oscuridad de la noche no ayudaba, me resigné a prestar oído y tratar de averiguar si tenía o no que ver con mi coche. ¿Un gato, tal vez? ¿Alguien trasteando en el turismo aparcado tras el mío? El caso es que espero, desde el otro lado de la calle, que se detenga el tráfico para cruzar y montarme en mi auto cuando, algo intrigado, veo aparecer tras el Renault a un tipo algo mas corpulento que un servidor con algo parecido a un palo oscuro en la mano. Máximo suspense. Me entra la prisa por pasar al otro lado de la calle, pero algo me dice que no deje de prestar atención al individuo que, como con prisa, se aleja del lugar de los hechos. Logro esquivar un BMW y alcanzo el morro de mi coche, lo rodeo y busco indicios por el lado derecho. Tal vez esperaba encontrar rastros de forcejeo en la puerta, tal vez en la cerradura... pero lo que hayo es el hueco vacío del embellecedor de la puerta delantera.

A veces sucede, no sabes cómo, que salta un resorte dentro de tí y actúas sin pensarlo dos veces: Eché a correr, deteniendo el tráfico, palma en alto, esquivando coches varios por Agustín de Betancourt, cuatro carriles de locura, semáforo recién abierto... pero cuando la adrenalina fluye las ideas se nublan. Salto entre dos utilitarios aparcados muy próximos y noto como el corazón hace por salirse por la boca, pero aún lo puedo contener. Hace un instante que he visto al tipo de pantalón claro y chaquetón oscuro, moreno y de abundante pelo más o menos corto, doblar la esquina con aquello que yo consideraba un palo en la mano derecha. Mientras alcanzo al galope la calle Maudes veo perderse unos pies girando a la izquierda, por Modesto Lafuente. Pienso ¿Qué le haré? ¿Qué le diré? ¿Habrá reacción por su parte? Claro que la habrá. Pero mis piernas no se frenan hasta encontrarme a penas dos metros tras de él. ¡Oye! ¡¿Te importa devolvérmelo?! Le suelto con voz grave, tratando de disimular la agitación, sacando pecho y conteniendo el más que provable jadeo propio del esplosivo esfuerzo. La reacción: Perdona. Y me ofrece los dos trozos de plástico que minutos antes había arrancado, impío, de mi auto. A penas le miro a la cara un instante, desprecio patente, rabia contenida. En un gesto airado agarro la pieza más grande, la que asemejaba un palo, saliendo despedida la pequeña y yendo a parar entre dos coches que se encontraban al margen de la escena. El tipo se apresura a agacharse, coger la plaquita con la indicación dci y afrecérmela, pidiéndome de nuevo perdón. ¡Sí, claro! Le espero, tomando la placa y marchándome sin más. Y si, me marcho sin más porque todo lo que se me pasó por la cabezota en ese instante resultaba bastante destructivo. Y digo yo que dos trozos de plástico no valen unos dientes rotos (los del desgraciado) y unos nudillos magullados (los míos, por ejemplo), o recuperar en embellecedor quebrado del meganito después de estampárselo en la cara al gilipollas ése, con el consabido riesgo de irme a casa con algún morado de más o verme implicado en un atestado policial, con lo que éso me complicaría la noche. Vamos, que marché hacia en coche con sendas piezas en la mano, con el regusto alcalino en las encías y con una sorprendentemente rápida recuperación del ritmo cardiaco y no tan rápida desaparición de mi exacerbada ira.

Después de calmar mi cuerpo y no lograr tranquilizar mi psique, monté como buenamente pude las deslucidas bandas negras, a partir de ahora con cierta holgura, y me senté en el coche, arranqué y conduje inadecuadamente hacia Modesto Lafuente, giro la primera a la derecha y prosigo un par de calles más pensando qué haría si vuelvo a ver al cretino ése paseando su desfachatez por el barrio. Pero me convenzo a mi mismo de que no vale la pena perder ni un minuto de sueño con este asunto, que lo que no haya hecho durante la enajenación transitoria se considerará premeditado y alevoso ante un juez. Respiro hondo y deseo que alguien con menos consideración, modales o reparos que yo (o tal vez alguien con más arrestos) le mande al dentista por vía urgente, tal vez por menos de lo que hoy aconteció, que si lo piensas fríamente no ha sido para tanto.

Queda abierto el buzón de sugerencias, para posibles finales alternativos y desahogos varios de la indignada población. Un servidor se va al catre.

PD.- Desestimado amigo de lo ajeno: No te molestes en tratar de arrancarme esos deslucidos y ajados embellecedores, pues a partir de mañana estarán fijados al maltrecho carrozado de mi automóvil con adhesivo termoplástico. Gracias por nada.

14 de enero de 2011

INCREIBLE TARJA TURUNEN



Y no lo digo sólo porque está más rica que el pan con Nutella, no. Más bién porque esta gran mujer y esta gran voz se han abierto camino en el difícil mundo del Rock (con matices), demostrando que hay vida después de Nightwish. Dicho así, parece nada...
Seguro que los señores Tuomas, Marco, Julius y Emppu han perdido alguna que otra noche de sueño desde la marcha de la mezzosoprano (*), por no mencionar a los productores... y qué decir de Anette, que se encontró el listón, no alto, inalcanzable!

(* Tarja se considera Soprano)

No negaré que la ruptura del grupo, en 2005, me causó gran desazón, pero ahora descubro con gran agrado que lo que realmente me gustaba de la banda era la voz y, por fortuna para todos nosotros, sigue grabando y dejándonos ojipláticos y babeantes cada vez que libera ese arroyador torrente de voz.
Atrás quedaron Wishmaster, Bless the child o Wish I had a angel; bienvenidas sean Falling awake, I feel immortal y Until my last breath.





Sesiones de fotos y ediciones de sus discos dignas de coleccionista adornan la vida pública de Lady Tarja. A mi parecer peca de escasa modestia, pero le va tan bien que no se lo voy a reprochar. En la segunda versión del clip de vídeo Until my last breath juega a estar muerta y se deleita con los informativos en TV y el merchandising en torno a su imagen... Ok, egocéntrica, pero me da igual, siempre que sepa cuál es su sitio y a quién debe su éxito, ¿no crees?

Aquí te dejo la perla de vídeo y los enlaces a las páginas correspondientes, por si te interesa profundizar un poco más en el tema. Yo me voy con mi constipado al sobre, que mañana hay que madrugar.

Felices sueños, mis niños.





Nightwish.
Tarja Turunen.
Tarja - What lies beneath.

13 de enero de 2011

MENUDO DILEMA

Para un pseudo-republicano resulta jodido verse en la obligación de darle las gracias a los Reyes, por muy magos que sean, pero aquí me tienes, eternamente agradecido (Don Javier, qué grande es Usted!). Porque el año empezó con una enorme caja rellena de ilusiones, juegos, películas, infinidad de posibilidades... vamos, una Playstation 3 Slim y el God of War 3!!! (todavía se le cae la baba a mi peque sólo de pensarlo). Y no sólo fue éso, también hubo películas (ya tengo la saga de Death Note casi completa), unas zapas Salomon que aún no he podido estrenar, un pack de colonia y gel Le male, de Jean Paul Gaultier (¿adictiva? no, qué va!)) y un fantástico libro fotográfico de la Ruta 66 que, espero, algun día nos servirá de guía para recorrer los casi cuatro mil kilómetros que trascurren de lado a lado de los EEUU de Norteamérica.

(Para el año que viene mejor presento un bodegón)

Imagina todo ésto precedido de un chuletón de Ávila al punto, unas brochetas de langostino y una fabulosa tarta de queso casera que nos obsequió la peque amablemente (peaso de cocinera!!!). Una noche memorable ;)

- - - O O O - - -

Lástima que en vísperas de un examen que no me perturba demasiado, me encuentre entre ataques de tos, apuntes de osteopatía, estornudos, ausencia de calefacción, acetilcisteína, planes de viaje, tremendo dolor de cabeza, atlas de anatomía, lento internet, infusiones, escozor de ojos y vete a saber cuántas penurias más. Pero todo se me pasará y disfrutaré de un paseo en tren y un fin de semana maravilloso, porque si no ¿para qué tomarse la molestia de viajar?. Una aspirina, otra infusión y a la cama, que ya va siendo hora de planchar la oreja. Ya disfrutaremos de todas estas y muchas otras cosas buenas cuando gocemos de mejor salud y abundante tiempo libre, si es que llega...

Felices sueños, mis niños.


(Me consta que se me quedan regalos y momentos por mentar, pero mi coco no da para más esta noche. Tal vez mañana.)

31 de diciembre de 2010

PASANDO PÁGINA

Un año que se acaba, una década dicen algunos... un día más, pienso yo. Pero el simbolismo del paso de año es ineludible en nuestra sociedad y resulta difícil evitar pensar que haces cada cosa por última vez hasta el año que viene. Ilusos.


Ayer di mi último paseo del año en moto; algo me decía que tenía que sacar a Alita a hacer unos kilómetros, calentar motor y gomas, subirla de vueltas unos minutos, darle una alegría a esos carburadores, que se están aletargando por falta de rutas, y darle unas torsiones a ese metálico esqueleto que no deja de descubrirme sensaciones nuevas cada vez que nos vamos de curvas. Era de necesidad hacer justicia y darle a cada uno lo que se merece: A ella, asfalto y a mi, adrenalina. El frío vino de regalo.

Para el año venidero sigue en pie el objetivo 100.000 (aún lejano), la vuelta a la Piel de Toro sobre dos ruedas, nuestra tercera concentración de verano en Faro (30ª edición, que no es poco) y ver a mi niña a lomos de una VTR250, entre otras muchas aspiraciones.

Me resisto a hacer memoria, como tan habitual es por estas fechas, y rememorar cada acontecimiento acaecido en el transcurso de estos últimos doce meses. Algunos espero olvidarlos y otros los recordaré en su preciso instante, pero no ahora y por gusto. Me quedo con un puñado de fugaces instantáneas de felicidad en compañía de la gente que más quiero, instantes que no necesito recordar, porque nunca me abandonan. Mañana viviré algún otro, y pasado... y será otro día más en un nuevo calendario, pero, por muy escéptico que sea respecto al paso cronometrado del tiempo ¿quién no desea un feliz año nuevo a sus queridos prógimos?

¡ ¡ ¡ FELIZ 2011 Y SALUD, QUERIDOS MÍOS ! ! !

¿Un deseo para los próximos trescientos y pico días? Que no me falten las ganas ni la salud para acabar todo lo que he empezado.

El Retratista Confuso estará un año más con vosotros. Tal vez más...



26 de diciembre de 2010

FIESTAS DE ZAMPAR

En estas fechas tan entrañables, en las que casi todos se reunen en torno a una mesa a comer hasta decir basta, qué mejor que ponerse malo, a parir de mal, y no poder probar bocado en tres días (ya será menos), conduciendo quinientos y pico kilómetros doblado en dos y parando en cada venta para recomponerme y darle la brasa a mi querida niña, que tanta paciencia me tiene y tanto me cuida (¡Gracias, hermosa! Eres lo más grande!). Y después de soportar cómo la familia da buena cuenta de tan suculentas viandas mientras nutro mi organismo de Aquarius de naranja y calditos con arroz, toca regresar a la capital, al curro, que no disfruto de vacaciones, como tantos otros mortales, y la carretera es larga, la semana se presenta pesada y las ganas son escasas, pero el deber me llama y las ganas de recuperarme y vengarme de esta inoportuna gastritis no conocen límites... y paseando por El Comidista para tomar ideas de cara a la cena de fin de año, me he topado con la noticia de la publicación de un libro que revolucionará las cocinas más metaleras del mundo entero: Mosh Potatoes (qué coño es mosh?), un compendio de recetas y anécdotas de la mano de personajillos del universo heavy, los más bestias sobre el escenario y ¿en la cocina? mmm... pues parece que no todos, porque los hay que les dá por la repostería navideña (jis, jis, jis...).



Tengo entendido que esta obra maestra del cook'n'rock está traducida y a la venta en España, así que ya puedes correr y conseguirme un ejemplar si quieres que te invite a cenar un burrito satánico o un pollo endemoniado... en cuanto tengamos un puente bajo el que cobijarnos, con cocina y comedor. Las birras las ponen los invitados, por si aún no lo sabías.

¡Felices y opíparas fiestas, queridos míos!

8 de diciembre de 2010

PUENTES Y VIADUCTOS


1. m. Construcción de piedra, ladrillo, madera, hierro, hormigón, etc., que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios, para poder pasarlos. Era u. t. c. f. Dialectalmente, u. c. f.

...//...


6. m. Día o serie de días que entre dos festivos o sumándose a uno festivo se aprovechan para vacación.

...y tenemos hasta 15 definiciones aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española (www.rae.es). Sin embargo es la nº 6 la que más feliz hace sentir a un empleado españolito de a pie. Y este puente de la Constitución - Inmaculada (paradógico, ¿no?) se ha hecho sentir bastante, incluso en las redes sociales; aún no hay suficientes terminales móviles capados con protocolos privativos como para que nuestra interminable lista de amigos nos mantengan informados de cada ventosidad que liberan, pero tiempo al tiempo... Y sí, he dicho protocolos privativos, porque del vasto universo que supone internet y todas sus subredes, las redes sociales sólo representan un pequeño e insignificante espacio restringido y escaso de conocimiento erudito, que no está nada mal para pasar el rato, pero manifiesta su incapacidad para formar a los miles de jóvenes que viven conectados noche y día, aislándolos del resto del cybermundo. Si no estás en mi red, no existes... pero también dejo de existir para el resto. Y si no, piensa: ¿Cuántos correos redactabas antes de afiliarte a esa secta y cuántos ahora?

Pero el tema que me ocupa esta tarde no es el de las redes sociales, sino la tremenda repercusión que llega a tener en el buen funcionamiento de un país una sucesión de días festivos encadenados, que llegan a constituir un verdadero viaducto más que un puente. Socialmente bien vistos (salvo por jornaleros y autónomos) y esperados, producen en el extranjero asombro y en la economía un estropicio sin competencia: Consumo desmedido de combustibles y otras energías, derroche en hostelería, estaciones de sky abarrotadas y colas interminables en las ventanillas de reclamación de los aeropuertos... (De los señores responsables del tráfico aéreo hablamos otro día). Todo en estos cinco días incita a pensar que las vacaciones y el derroche navideño no se encuentra tan cerca. Y no puedo evitar plantearme la misma pregunta una y otra vez: ¿Realmente estamos en crisis? ¿A quién afecta? ¿Por qué engrosamos las listas de morosos, llegando incluso a perder un piso por no poder afrontar una hipoteca, pero no renunciamos a una escapada por todo lo alto en las Canarias (léase fin de semana encabronados en Barajas) a costa de renegociar nuestra deuda con el banco de turno? La imbecilidad humana sigue sin conocer límites... o el hedonismo vuelve a estar de moda. ¿Qué fue de la virtud, el eudemonismo y el término medio?

Que la Real Academia de la Lengua Española contemple el significado festivo de la palabra Puente tiene que significar algo...